Todo acto de violencia contra las mujeres merece nuestra condena. Lo ocurrido en el municipio de La Macarena con una mujer del personal de la salud, es aberrante.
Exigimos a la justicia condena ejemplar para el degenerado depredador, a los gobiernos municipal y departamental protección especial al personal de la salud que trabaja en condiciones precarias y ahora vemos en desprotección total. No puede ser posible que ante los hechos ellos guarden condenable silencio.
El personal de la salud y las instalaciones del sector deben recibir respeto total de la ciudadanía y protección efectivo de las autoridades.